Cuando los herederos no se ponen de acuerdo en el reparto de una herencia, existen varias opciones para resolver el conflicto

1.- Mediación extrajudicial

Esta alternativa implica la intervención de un mediador imparcial que ayuda a los herederos a alcanzar un acuerdo justo y equitativo.

Es un método que busca evitar el proceso judicial, fomentando la comunicación y el entendimiento entre las partes.

Las decisiones tomadas en este proceso no son vinculantes, pero a menudo ayudan a encontrar una solución satisfactoria.

2.- Interpelación hereditaria

En esta opción, un notario solicita a los herederos que expresen su aceptación o rechazo a la herencia en un plazo determinado, generalmente 30 días. Si alguno no se pronuncia, se considera que ha aceptado la herencia.

Este procedimiento busca obtener una respuesta clara de los herederos respecto a su voluntad de aceptar o rechazar la herencia.

3.- División judicial de la herencia

Si las medidas anteriores no logran resolver el conflicto, se puede recurrir a la vía judicial. Un juez decide cómo se debe realizar la partición de la herencia.

Este proceso implica la evaluación y valoración de los bienes por tasadores y peritos.

Si no hay oposición, se aprueban las operaciones divisorias y se protocolizan; en caso contrario, se intenta llegar a un acuerdo o se continúa mediante juicio verbal.

4.- Vía judicial directa

En situaciones donde un heredero se niega a facilitar el reparto de la herencia, la única opción es acudir a los tribunales y solicitar una división judicial de los bienes.

Este proceso requiere la contratación de un abogado y un procurador, y suele ser más complicado y prolongado.

Es importante tener en cuenta que estos procesos pueden ser complejos y requerir la intervención de distintos profesionales especialistas en herencias y mediadores. Además, la herencia permanece bloqueada y no accesible para ninguno de los herederos hasta que se resuelva el conflicto.