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Herencias  internacionales: cómo gestionarlas

Una herencia se considera internacional cuando involucra elementos situados en más de un país.

Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando el familiar poseía bienes inmuebles, cuentas bancarias, inversiones o cualquier tipo de patrimonio en diferentes jurisdicciones.

También se da el caso cuando las personas que heredan residen en países distintos al del lugar de fallecimiento o al de ubicación de los bienes heredados.

Este tipo de herencias presenta una complejidad significativa debido a varios factores. En primer lugar, las legislaciones de cada país pueden variar considerablemente en aspectos como los derechos de los herederos, las normas de sucesión y los procedimientos legales necesarios para la transmisión de bienes.

Por ejemplo, mientras que en algunos países prevalece el sistema de legítima (que garantiza una parte de la herencia a determinados herederos), en otros puede predominar una mayor libertad testamentaria.

Por otro lado, las diferencias en los regímenes fiscales añaden otro nivel de dificultad. Cada país tiene sus propias normas sobre el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, y es común que exista el riesgo de doble imposición, es decir, que las personas que heredan tengan que pagar
impuestos en más de una jurisdicción por los mismos bienes heredados.

Aunque existen convenios bilaterales para evitar esta situación, no siempre cubren todas las contingencias, y su aplicación puede ser compleja.

Además, la gestión de una herencia internacional puede verse afectada por barreras prácticas, como diferencias idiomáticas, distancia geográfica y la necesidad de coordinar procedimientos legales y administrativos en varios países.

Por estas razones, gestionar una herencia internacional exige una planificación meticulosa y un profundo conocimiento de las normativas aplicables en cada caso, con el fin de garantizar que la transmisión del patrimonio se realice de manera eficiente, justa y conforme a la legalidad vigente.

Testamento internacional

Marco legal

La gestión de herencias internacionales requiere un conocimiento preciso del marco legal que regula las sucesiones transfronterizas. En el ámbito europeo, existen instrumentos jurídicos clave que facilitan y armonizan estos procesos.

Reglamento (UE) Nº 650/2012

El Reglamento (UE) Nº 650/2012, también conocido como Reglamento de Sucesiones, entró en vigor el 17 de agosto de 2015 y es aplicable en todos los Estados miembros de la Unión Europea, excepto Dinamarca, Irlanda y el Reino Unido. Este reglamento establece normas uniformes para determinar la ley aplicable y la jurisdicción en casos de sucesiones con elementos transfronterizos.

  • Ley aplicable: Por defecto, se aplica la ley del país donde el familiar tenía su última residencia habitual al momento del fallecimiento. Sin embargo, el testador puede optar por la ley de su nacionalidad, lo que otorga mayor flexibilidad y previsibilidad.
  • Competencia judicial: Determina que los tribunales del país de la última residencia habitual tienen competencia para tramitar la sucesión.
  • Principio de unidad: Todo el patrimonio del familiar, independientemente de dónde se encuentre, se regula por una única ley,  lo que simplifica significativamente los procedimientos.

Este reglamento busca eliminar conflictos de leyes y jurisdicciones que surgen en herencias internacionales, garantizando un proceso más ágil y menos costoso para quienes heredaran.

Certificado Sucesorio Europeo (CSE)

El Certificado Sucesorio Europeo es un documento introducido por el Reglamento Nº 650/2012 con el objetivo de facilitar la gestión de sucesiones internacionales dentro de la UE. Este certificado tiene carácter opcional, pero
su uso aporta grandes ventajas en términos de operatividad.

  • Función: Permite acreditar la condición de heredero, legatario o administrador de la herencia en todos los Estados miembros de la UE sin necesidad de procedimientos adicionales de reconocimiento.
  • Validez uniforme: Es reconocido automáticamente en todos los países de la UE que aplican el reglamento, lo que elimina la necesidad de traducciones juradas y autenticaciones.
  • Tramitación: El CSE se solicita en el país donde se tramite la sucesión, generalmente ante los tribunales o autoridades competentes de la última residencia habitual del fallecido.

Este certificado simplifica el acceso a los bienes situados en diferentes países de la UE, reduciendo significativamente los  costes y el tiempo de los procedimientos legales.

Limitaciones y exclusiones

Aunque el Reglamento Nº 650/2012 es un avance importante, tiene ciertas limitaciones que deben tenerse en cuenta:

  • No regula cuestiones relativas a impuestos sucesorios, bienes matrimoniales o derechos reales específicos que varían entre países.
  • No es aplicable en países fuera de la UE ni en aquellos que decidieron no adherirse al reglamento (como Dinamarca, Irlanda y Reino Unido).

Interacción con legislaciones países fuera de la UE

En herencias que implican bienes o herederos en países no pertenecientes a la UE, es fundamental analizar los tratados bilaterales o convenios internacionales aplicables, como los Convenios de La Haya, para evitar conflictos de jurisdicción y garantizar una adecuada coordinación entre sistemas legales.

Valoración de inmuebles

Procedimientos para gestionar una herencia internacional

El primer paso en la gestión de una herencia internacional es elaborar un inventario exhaustivo de los bienes y derechos del familiar. Este proceso implica:

  • Localización de los bienes: Identificar en qué países se encuentran los bienes muebles e inmuebles, cuentas bancarias, inversiones, seguros de vida y otros activos.
  • Valoración de los bienes: Cada bien debe ser valorado conforme a la normativa española y la legislación del país donde se encuentra. En algunos casos, será necesario contratar tasadores o expertos locales para garantizar que el valor asignado sea correcto.
  • Deudas y obligaciones pendientes: Es esencial identificar cualquier deuda o carga asociada a los bienes, ya que estas también forman parte del patrimonio hereditario.
  • Documentación necesaria: Recopilar los documentos que acrediten la titularidad de los bienes, como escrituras de propiedad, extractos bancarios, contratos de inversión, etc.

El siguiente paso es verificar la existencia de un testamento y su validez:

  • Localización del testamento: En España, es posible consultar el Registro de Últimas Voluntades para verificar si el familiar dejó testamento y, en su caso, obtener una copia autorizada.
  • Reconocimiento en jurisdicciones extranjeras: Si el testamento se otorgó en otro país, es necesario confirmar que cumple con los requisitos legales para ser reconocido en España y en los países donde haya bienes. En ocasiones, será necesario realizar una traducción jurada y legalización o apostilla del documento.
  • Ausencia de testamento: Si no existe testamento, se aplicarán las normas de sucesión intestada del país cuya legislación sea aplicable, conforme al Reglamento (UE) Nº 650/2012 o las normas internacionales pertinentes.

La herencia internacional debe contar con una serie de trámites legales y administrativos. Los más comunes son:

  • Certificado de defunción: Este documento es esencial para iniciar cualquier trámite relacionado con la  herencia. Debe ser reconocido en las jurisdicciones implicadas, lo que puede implicar traducción y apostilla.
  • Certificado de últimas voluntades: En España, este documento confirma si el familiar otorgó testamento. Es necesario para cualquier procedimiento sucesorio.
  • Certificado Sucesorio Europeo: Este documento es especialmente útil en herencias que involucran varios países de la UE. Permite acreditar la condición de heredero, legatario o administrador de la herencia de manera uniforme en todos los Estados miembros. Simplifica los trámites y evita procedimientos redundantes en cada país.
  • Liquidación de impuestos: Se deben cumplir con las obligaciones fiscales en España, incluyendo el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD). Si los bienes están ubicados en otros países, también puede ser necesario liquidar impuestos locales, salvo que exista un
    convenio de doble imposición aplicable.

Una vez recopilados los documentos, es necesario comunicarse con las autoridades locales y entidades financieras en los países implicados:

  • Autoridades fiscales: Notificar la recepción de la herencia y realizar la liquidación correspondiente.
  • Registros de la propiedad: Actualizar la titularidad de los bienes inmuebles, lo que puede implicar trámites adicionales en cada jurisdicción.
  • Entidades bancarias y de inversión: Solicitar la transferencia de fondos o activos financieros a los herederos, cumpliendo con las normativas locales.

Antes de aceptar la herencia, es recomendable realizar una planificación fiscal para evaluar las implicaciones económicas. Esto puede incluir:

  • Estudio de bonificaciones y deducciones: Las comunidades autónomas españolas ofrecen distintas ventajas fiscales que pueden reducir significativamente la carga impositiva.
  • Renuncia a la herencia: Si las deudas superan a los bienes, puede ser conveniente renunciar a la herencia para evitar asumir responsabilidades financieras no deseadas.

Contacta con nuestros expertos en  herencias internacionales para obtener un asesoramiento personalizado y garantizar que cada paso del proceso se realice de manera eficiente. Estamos aquí para ayudarte a proteger tus derechos y optimizar la gestión de tu herencia.

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