Consideraciones al calcular la base imponible del Impuesto de Sucesiones
Antes de sumergirnos en los detalles, es crucial entender qué es la base imponible.
En términos sencillos, es el valor monetario sobre el cual se calcula el impuesto a pagar.
En el caso de sucesiones y donaciones, se refiere al valor de los bienes heredados o donados.
Índice de contenidos
Determinación de la base imponible
Para calcular la base imponible hay que tener en cuenta los siguientes elementos:
- Valoración de los bienes donde nos encontraremos;
- Bienes inmuebles, donde se suele tomar como referencia el valor catastral, aplicando un porcentaje por parte de la comunidad autónoma, aunque hay situaciones donde se consideran otros valores de mercado.
- Bienes muebles y derechos, el resto como cuentas bancarias, acciones, coches, etc. Se valoran según el precio de mercado en el momento de la transmisión, en el caso de los vehículos y en las cuentas, valores etc… el saldo a fecha de fallecimiento
- Deudas y cargas que se pueden deducir de la base imponible. Los gastos funerarios y de última enfermedad, dentro de límites razonables, también son deducibles.
- Reducciones y bonificaciones que dependerán de si son;
- Por parentesco, que dependiendo del grado de parentesco, puedes beneficiarte de reducciones significativas.
- Por discapacidad en las que también hay reducciones aplicables.
- Por Vivienda habitual cuando se transmite la vivienda habitual del familiar, pero con ciertos límites y condiciones.
Casos específicos y excepciones
Es importante mencionar que existen particularidades según la comunidad autónoma en la que residas. Cada comunidad tiene su propia normativa que puede variar las reducciones y la forma de calcular la base imponible.
Una vez determinada la base imponible, se aplica el tipo impositivo correspondiente, que también varía según la comunidad autónoma y el grado de parentesco. Y tras todo lo anterior se calcula el impuesto a pagar.