Casos reales de herencias complejas
Vamos a explorar algunos ejemplos de casos reales que muestran que cada caso de herencia es único y que suelen contar con ciertas complicaciones. A continuación, explicaremos la soluciones a dichos casos.
Donación en vida a un hijo desheredado
Un padre había donado en vida un apartamento a su hijo, quien posteriormente fue desheredado.
Una donación es un acto de disposición por el cual una persona transfiere gratuitamente una parte de sus bienes a otra persona, quien la acepta. Las donaciones se regulan en los artículos 618 y siguientes del Código Civil español. Una vez que una donación es efectivamente realizada y aceptada, se considera perfecta, y el bien donado pasa a formar parte del patrimonio del donatario.
La desheredación es un acto por el cual el testador excluye a un heredero forzoso de su derecho a la legítima. El Código Civil en sus artículos 848 al 857 establece las causas justas para desheredar a un hijo, que incluyen desde haber negado alimentos a los padres hasta haberles maltratado de obra o injuriado gravemente.
En este caso, aunque el hijo fue desheredado, la donación realizada en vida por el padre no se revoca automáticamente con la desheredación. La legislación no contempla la desheredación como causa de revocación de una donación previamente concedida, a menos que en el acto de la donación se estipulara alguna condición que el donatario luego incumpliera. Cosa que no fue así.
Por tanto, en el caso de que un hijo desheredado haya recibido una donación, esta no se revoca solo por el acto de desheredación.
Renuncia de la viuda y derechos de la madre de la persona fallecida
Una viuda renunció a su legado para beneficiar a su hijo, nombrado heredero en el testamento. La controversia surgió al determinar si esta renuncia afectaba a los derechos de la madre de la persona fallecida, el padre del hijo.
La renuncia de herencia es un acto legal en España mediante el cual una persona llamada a heredar puede declinar sus derechos sobre la misma, y está regulada por los artículos 988 y siguientes del Código Civil español. Es un acto personalísimo, libre y voluntario, y debe hacerse de manera expresa, generalmente ante notario.
al renunciar la viuda a su herencia, la redistribución de la misma no es automáticamente a favor del hijo, sino que se rige por las reglas de sucesión intestada (cuando no hay testamento) o por las especificaciones del testamento si éste contempla contingencias para tal renuncia.
La controversia se centró en cómo la renuncia de la viuda afectaba los derechos de la madre de la persona fallecida, y por ello se llevó a juicio. La corte determinó que la renuncia de la viuda no permitía que ella participara indirectamente en la herencia a través de su hijo. Como resultado, la parte de la herencia a la que renunció la viuda no pasó a su hijo directamente, sino que fue sujeta a las reglas generales de sucesión, beneficiando así a la madre del fallecido quien, en ausencia de otros herederos directos y un testamento que indicara lo contrario, recibió una mayor porción de la herencia. En este caso, recibió la mitad de los bienes, en lugar del tercio que inicialmente establecía el testamento, reflejando la aplicación de las normas de sucesión intestada.
Cuando la persona que hereda no aparece
Después de 30 años que un familiar fallecerá, un primo segundo descubre su derecho a la herencia ya que los herederos principales no aparecen.
La herencia yacente ocurre cuando no hay herederos conocidos o declarados tras el fallecimiento de una persona. Este estado legal permite que la herencia se mantenga como una unidad gestionable hasta que aparezca un heredero o se determine judicialmente quién tiene derecho a ella. En España, la herencia yacente se trata como un patrimonio temporalmente sin dueño, pero con la capacidad de actuar como sujeto de derechos y obligaciones.
En este caso particular, el primo segundo, no pudo reclamar ante notario o el juzgado correspondiente ya que el plazo límite para reclamar había pasado, pero notificó al Estado de la herencia sin reclamar, obteniendo como premio el 10% del valor del patrimonio hereditario.
Múltiples deudas y legatarios
Un familiar dejó un testamento con múltiples legatarios, asignando bienes específicos a cada uno de ellos. Sin embargo, la herencia también incluía deudas significativas. Los herederos se enfrentaron al reto de aceptar una herencia que podría comprometer sus propios patrimonios.
La ley ofrece una herramienta muy útil para manejar estas situaciones: la aceptación de la herencia a beneficio de inventario. La aceptación de la herencia a beneficio de inventario es un mecanismo que permite a los herederos aceptar la herencia sin la obligación de cubrir personalmente las deudas y cargas que superen el valor de los bienes heredados. Esto significa que los herederos pueden proteger su patrimonio personal de las obligaciones que contiene la herencia.
Este mecanismo proporcionó una solución crucial para los herederos al permitirles aceptar la herencia sin asumir las deudas.
Conflictos entre herederos
Un testamento no especificaba claramente la distribución de todos los bienes, dejando ciertos activos en un estado ambiguo. Esto provoca conflictos sobre el reparto entre las distintas personas beneficiadas por la herencia. En estos casos, la legislación ofrece mecanismos claros para resolver estos conflictos, enfocándose especialmente en la protección de la «legítima».
La «legítima» es una porción de la herencia que la legislación garantiza a los familiares de la persona fallecida, en función de su grado de parentesco. Está definida en el Código Civil y no puede ser alterada por el testamento. La legítima asegura que, independientemente de las estipulaciones del testamento, los herederos forzosos reciban al menos la parte mínima de la herencia que la ley les reserva.
Cuando existen bienes no asignados específicamente en el testamento, estos se distribuyen según las reglas de la legítima. Si los beneficiarios se ven afectados por la necesidad de respetar la legítima, pueden encontrarse con que sus legados se reducen o incluso se anulan para cumplir con la ley, y habiendo un testamento, finalmente, sin acuerdo entre las partes de forma voluntaria, el siguiente paso es la partición judicial de la herencia. Si los herederos no llegan a un acuerdo, un juez puede intervenir para asignar los bienes de manera equitativa, respetando la legítima de cada heredero forzoso y los deseos del testamento.